PRÓLOGO del libro inédito FLORES EN EL DESIERTO de Juan Ricardo Sagardia

PRÓLOGO

Cuando abrí este libro de reflexiones del poeta Juan Ricardo Sagardía debo confesar que me encontré con Juan, ese que conozco, el del camino agreste y las manos gastada, ese que transita cada hueco de su ser con el amor, con el aprendizaje diario y la apretura necesaria para salir adelante en cada vicisitud.

El autor es un ex niño de la calle, que ha sufrido el desarraigo social. Y así como hay caminos, el elegido por él ha sido el de la honradez y el amor. No hay resentimiento, sólo la felicidad por estar y por ser.
Ello aumenta su propia dimensión como individuo inserto en una sociedad y como persona.
Cuando decide escribir estas reflexiones, lo que hace es rescatar su trayecto, demostrar que nada es imposible si se hace con amor, con la mirada puesta en el después y con la felicidad de la existencia.
En la sencillez de su palabra no quedan dudas que hay un mundo filosófico que hará pensar al lector y por qué no recapacitar si es necesario vivir con la tristeza como rumbo o será mejor optar por la alegría del nuevo día.
Juan no habla de conformismos, bajo ningún sentido es ese su mensaje, propio ejemplo es su historia personal. Él habla de la posibilidad de amar, de dar antes que recibir, de ofrecer la mano abierta, en síntesis de la bondad.

A veces confundimos el amor como sólo aquel de pareja, en esta reflexión el autor se encarga de marcarlo como el de cualquier relación.

“El amor jamás se va de uno, solo culmina la relación entre seres humanos.
El sentimiento se conserva intacto para darlo a quien quiera recibirlo.”

O en esta otra

“Si dices amar a tu prójimo,
tu sonrisa debiera ser para el mundo
aunque el mundo no te sonría.”

Y luego esta reflexión donde lo veo tal cual es:

“Cuando amas la esperanza supera a la resignación, porque el poder del amor, realiza milagros”

Cierra este libro con una reflexión, casi sentencia, dirigida desde su corazón a sus hijos, pero que debemos considerar en nuestro haber
“Lo mejor que se puede obtener es el amor,
lo peor que se puede dejar marchar, es la esperanza.”

Sin amor y sin esperanzas los pasos que nos conducen serían tan efímeros que la propia existencia, solo nos marcaría una huella casi imperceptible del rozar la vida y anular la nuestra.
Ha sabido expresar en sus palabras cuanto ha aprendido y cuanto ha recogido a través del tiempo y tal ofrenda la entrega limpiamente, como es él.

Recuerdo un acróstico que hice hace un tiempo y que creo que señala la figura de este poeta tal como es:

Acróstico a Juan Ricardo

J untó letras
u na tarde
a unque el sol
n o lo iluminaba

R odeó palabras
i ncógnitas
c ompartió
a ntiguos silencios
r epuso momentos
d esde la caricia
o freció amor

Elisabet Cincotta©